Con este Microrrelato «Condenado de por vida» colaboro con el proyecto PERDONE QUE NO ME CALLE con el objetivo de luchar en contra de la violencia machista que se deciden a contar historias para que se más fácil detectar el maltrato y la violencia, tanto anticiparse a la física como para ser conscientes de la psicológica.
Condenado de por vida
Recuerdo el día que tuve la bronca con el marido de mi amiga June. Ella se merece algo mejor, os lo aseguro. Me decía que no podía faltar a esa fiesta, que conocería mucha gente nueva. Yo acababa de salir de una relación y lo necesitaba. Pero era una locura en estos tiempos de contagio masivo. Las fotos del chalet que me mandó eran tentadoras, pero demasiado peligroso e inconsciente. Le intenté disuadir y la conversación la acabé cuando me llamó “tikis mikis”.
Hoy, entro de turno en el hospital y, noto una angustia por todo mi cuerpo al ver que el ingreso que me viene es él, contagiado y asustado. No me reconoce tras toda esa capa de batas y mascarillas de protección. Me siento a pensar en el odio que sufro en mi interior. Llamo a mi amiga. Está contagiada sin síntomas, pero sus suegros van de camino al hospital muy enfermos. Al final del turno me informan que el padre murió y la madre está sedada. Mi mejor venganza sería contárselo en frío. Que le doliera. Pero soy un profesional y trataré de curarle para que viva su pena durante muchos años.
Luis Alberto Serrano
@luisalserrano
Agradecimientos:
Inma Flores
DESDE MI PROPIA LUNA 